Las plantas melíferas son aquellas que, principalmente, producen néctar y polen, aunque también son consideradas en esta categoría las que generan propóleos. Los apicultores, antes de instalar un apiario, necesitan conocer la flora melífera de una región, ya que de ella depende la producción de miel.
En un reporte de investigación no publicado por la Facultad de Ciencia, Tecnología y Ambiente de la Universidad Centroamericana (UCA), en conjunto con NITLAPLAN, escrito por Gabriel H. Vega Rojas, Marvin A. Tórrez Gutiérrez y Alfredo Grijalva, se dio a conocer un diagnóstico de la flora melífera en Nicaragua, específicamente en la zona de Macizo de Peñas Blancas.
Dicho diagnóstico se realizó entre diciembre de 2016 y febrero de 2017 y se definieron cuatro tipos de plantas que aportan néctar, polen y resinas requeridas por las abejas presentes en la zona: forestales, ornamentales, hierbas y medicinales, mismas que se asignaron a: árboles, arbustos y hierbas (hierbas/arbustivas, hierbas/bejucos y hierbas/epífitas).
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La bióloga y coordinadora del Herbario Nacional, Iris Saldívar, habló sobre la importancia de identificar los diferentes tipos de flores melíferas para la producción de miel en la apicultura nicaragüense. “Se necesitan plantas melíferas que tengan repetidas floraciones a lo largo del año o que se pueda controlar su producción. Tanto las flores como los pólenes varían según la zona. Hay factores que se deben tomar a consideración al momento de elegir una paleta de insumos arbóreos para la plantación de flores melíferas”, dijo la bióloga Saldívar.
Según el diagnóstico de la UCA y el NITLAPLAN, el interés por el estudio de la flora melífera se centra, en principio, en la oferta de polen y néctar para las abejas en general. Sin embargo, la provisión de materia prima para propóleos, resinas en general y agua, no son menos importantes en el conjunto de las necesidades de estos insectos; y es que cada vez es más importante la inclusión de productos obtenidos de las colmenas como la cera y propóleos.
“El tipo de flores melíferas que se planten cerca de los apiarios dependen mucho del tipo de producción que se desee llevar a cabo. Según la cantidad de miel que se desee producir, se tendrá que hacer una selección de flores melíferas en base a factores como la disponibilidad de planta a lo largo del año, el número de floraciones y su capacidad de adaptación a los ecosistemas” explicó la bióloga Saldívar.
De acuerdo con la coordinadora del Herbario Nacional, el sardinillo (Tecoma stans), con su flor amarilla de color vibrante, es una de las especies de arbustos más utilizadas para la producción de miel en Nicaragua. “Especies como el sardinillo que, en bosque seco, su pico de floración se da una vez durante tres meses (febrero, marzo y abril), pero si tiene el abastecimiento de agua suficiente puede tener hasta cuatro floraciones en el año”, describió Saldívar.
Saldívar explicó que la temperatura y la precipitación son condiciones que se deben tomar en cuenta para la plantación de las flores melíferas en la región del pacífico de Nicaragua. La bióloga afirma que se deben elegir árboles con flores que “encuadren” en la distribución del bosque seco característico de la zona. También se debe tomar en cuenta que sean árboles que se adapten entre los 200 y 800 m s. n. m. y que soporten precipitaciones desde los 400ml hasta los 1200ml por metro cuadrado.
En el diagnóstico no publicado sobre la flora melífera se concluyó con las siguientes recomendaciones generales: favorecer el monitoreo por parte de los productores locales sobre la flora melífera, concientizar a las comunidades apicultoras sobre el cambio climático e incentivar el uso de especies nativas, ya que las flores exóticas pueden provocar un desplazamiento de las especies nativas y provocar una erosión de la biodiversidad en la zona.
