En el marco del Día Mundial del Agua, celebrado el 22 de marzo de cada año, el objetivo es generar consciencia acerca de la importancia de cuidar los recursos de agua en el planeta; siendo el agua un elemento esencial para la preservación de la vida de todas las especies en la Tierra. Es innegable, entonces, que para las abejas el agua es un recurso imprescindible para la supervivencia y el desarrollo de las colmenas.
Las abejas deben recolectar agua frecuentemente para sobrevivir, ya que es un recurso fundamental en la alimentación de las larvas. El agua también es necesaria para la disolución de las mieles cristalizadas, esto debido a que las abejas utilizan el agua para regular la temperatura interna de la colonia, al mismo tiempo en que mantienen la humedad dentro de la colmena.
Dentro del complejo sistema en el que están estructuradas las funciones de las abejas en la colmena, existen las abejas encargadas de recolectar agua: las abejas pecoreadoras. Estas abejas recolectan el agua en un periodo de 4 días y luego transfieren el agua a las abejas receptoras, como lo son las nodrizas encargadas de alimentar a las larvas.
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En sí, la principal fuente de agua para las abejas es el néctar de las flores, a través de su humedad contenida. Sin embargo, las abejas también necesitan del recurso del agua para enfriar las colmenas.
De acuerdo con los expertos del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria en Argentina (2022); la relación entre los requerimientos y la disponibilidad de agua varía de acuerdo a las condiciones climáticas del año, la provisión de néctar, el estado de las colmenas y la disponibilidad de sombra y ventilación del apiario.
En Nicaragua, por nuestra marcada temporada cálida, los requisitos de agua en términos absolutos serán mayores durante los meses más calurosos. A medida que avanzan los calores, la colmena necesitará más o menos un litro de agua diaria.
Durante la época más calurosa de año, se puede ayudar a las abejas a aliviar su necesidad de agua de diversas formas (INTA Argentina, 2022):
- Proveer agua de una fuente conocida y segura a las abejas.
- Los bebederos deberán contar poca profundidad de agua para evitar que se ahoguen las abejas.
- El lugar donde se ubiquen los bebederos deberá contar con sombra, estar situado a un máximo de 200 metros del apiario y evitar la introducción de hojas u otros contaminantes.
- La sombra y ventilación de las colmenas, junto con un manejo asociado adecuado de acuerdo al ambiente deben ser tenidas en cuenta por el apicultor.
¡Los amantes de las abejas que no son expertos en apicultura también pueden ayudar! Plantar flores silvestres en tu jardín y/o a los alrededores permite a las abejas tener mayor acceso a una fuente de néctar (su principal fuente de agua). También puedes aprender de las abejas con este curso de apicultura virtual y gratuito.
La importancia del acceso a fuentes de agua para las abejas radica en que, las abejas que no encuentren una fuente de agua cercana pueden llegar a volar largas distancias para conseguirla, lo que será a costa de la producción de miel y el cuido y preservación de las colmenas.
