El estrés de la vida, las preocupaciones y la ansiedad puede impactar directamente en nuestra salud y afectarnos de diferentes maneras. Cada una de estas situaciones, pueden contribuir a generar diversas enfermedades como el estreñimiento.
Todas las personas tienen estreñimiento alguna vez en su vida. La mayoría de los casos, duran poco tiempo y no es serio, pero otras veces puede ser más severo y hasta crónico.
El estreñimiento es un problema de salud que ocurre cuando una persona tiene tres o menos evacuaciones en una semana, esa es la principal característica para darte cuenta que tienes el problema, señala MedlinePlus, el servicio de información en línea provisto por la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos.
También: Frente al Covid-19, la miel refuerza tu sistema inmunológico
“Las heces pueden ser duras y secas, algunas veces la evacuación es dolorosa”, detalla la información provista por este servicio de la Biblioteca Nacional de Medicina.
La causa más frecuente de estreñimiento son los factores dietéticos, especialmente la falta de fibra en la dieta.
La dificultad o esfuerzo extremo para evacuar las heces, cuando la persona siente incomodidad o tiene hinchazón abdominal o tiene la sensación de haber hecho una evacuación incompleta son algunos otros síntomas para detectar que se sufre de estreñimiento.
LA MIEL EN LA SALUD
Existen muchas cosas que se puede hacer para prevenir el estreñimiento, por ejemplo incluir en la dieta más frutas, verduras y granos, que son ricos en fibra; beber abundante agua y hacer suficiente ejercicios al aire libre.
No obstante, la naturaleza nos proporciona la miel de abejas como un alimento rico como fuente de antioxidantes, con un potencial antibacteriano, con muchas proteínas y fibra alimentaria que ayuda a corregir estos problemas de salud.
La miel es un gran tratamiento para combatir el estreñimiento, esto se debe a su alto contenido en fructooligosacáridos, que son oligosacaridos naturales de cadena corta que se encuentran en vegetales, frutas y en la miel.
Puedes leer: Ocho impactantes usos de la miel
Los fructooligosacáridos, al llegar al colon, actúan como la fibra vegetal; aumentan el volumen de las heces, incrementan el tránsito intestinal y ejercen un suave efecto laxante.
La miel la podemos combinar con productos como linaza y avena. La linaza, por ejemplo, es un buen laxante y puedes poner las semillas en un vaso de agua y déjalas reposar por 12 horas; agregas un poco de miel o limón, y tómala antes de acostarte para aliviar estos problemas de salud.
