AbejasApicultura NicaMeliponicultura en Nicaragua

mielimperialometepe2 años 5697 min

Las abejas sin aguijón, también conocidas como abejas meliponas, constituyen un grupo de abejas sociales que se clasifican en el grupo Meliponini. Este tipo de abejeas habitan solamente en áreas tropicales y subtropicales del mundo, como lo es Nicaragua. A diferencia de la abeja Apis melífera (la abeja con aguijón europea generalmente más conocida), las meliponinas de América son abejas nativas, de las que se han identificado más de 400 variedades.

Según el NITLAPAN, un instituto de investigación y desarrollo, en Nicaragua la crianza de abejas se perfila como una excelente estrategia de diversificación para las familias rurales con restricciones de tierra, lo que propicia el desarrollo agrícola de pequeña escala. Esta actividad permite diversificar con la introducción de especies como la Apis melífera (abeja común) y la Melipona beecheii (abeja melipona) para obtener productos diversificados.

La crianza de las abejas sin aguijón ha aumentado su popularidad en los últimos años debido a su potencial en la alta gastronomía y el uso en la industria cosmética y el desarrollo de medicamentos.

En este estudio sobre la crianza de abejas como estrategia de diversificación, realizado en 2016, se toma en consideración que la meliponicultura en Nicaragua se caracteriza por ser una actividad económicamente viable, debido a sus bajos costos de implementación, mantenimiento, equipos e insumos. Además, se indica que es una actividad de fácil implementación y una especie resistente a los parásitos y enfermedades que atacan a la Apis melífera, por lo cual la diversificación de abejas meliponas es una estrategia para reducir los riesgos de esta actividad en el país.

Sin embargo, en Nicaragua el sector se enfrenta a diversos desafíos para la diversificación de productos a través de la especie de abejas meliponas. Son pocos los productores que conocen sobre el buen manejo de las colmenas de esta especie, así como también son pocos los que manejan los mecanismos de extracción de miel con todas medidas de higiene que se requieren para el uso final que se le da a la miel.

Por consiguiente, el apoyo a la meliponicultura para su desarrollo no puede limitarse a la conexión con los mercados y el establecimiento de acuerdos para que estos productos se puedan comercializar. Esto y la necesidad de contar con una marca y un registro sanitario son de carácter prioritario, pero no son los únicos factores que influyen. Para impulsar la meliponicultura en Nicaragua se debe de llevar a cabo un proceso de formación y asesoría consistente y sistemática para capacitar de forma adecuada a los apicultores.

Al 2016, el cálculo de ingreso bruto de la meliponicultura por parte de un apicultor pequeño, en posesión de aproximadamente 5 cajas y las herramientas necesarias, generaba ingresos brutos de C$5,912.50 al tercer año. Por otra parte, el cálculo de ingresos neto de la meliponicultura, bajo las mismas circunstancias y condiciones, generaba C$9,679 al tercer año (NITLAPAN, 2016).

Muchos apicultores y expertos están apostando por la diversificación de productos a través de las abejas sin aguijón para polinizar y mejorar la productividad en cultivos de frutos rojos, peras, aguacates y otros. ¿Qué otros datos conoces sobre la meliponicultura en Nicaragua? ¡Déjanos tu opinión en los comentarios!

Fuente: Guevara Urbina, F. A., & Romero López, M. M. (2016). La crianza de abejas como estrategia de diversificación: análisis de las cadenas de miel en El Tuma-La Dalia.

 

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