En Nicaragua poco a poco el consumo de miel está ganando terreno por sus propiedades y beneficios para la salud.
Al comprar un frasco con miel siempre nos surge la duda de que si el producto que estamos adquiriendo es puro o adulterado.
Para estar seguros de lo que estamos comprando lo primero que debemos saber es que la miel pura es por sí misma muy densa.
Usualmente en el mercado existe una gran diferenciación de precios tanto en los grandes supermercados como en las pequeñas tiendas y lo más fácil sería pensar que a mayor precio, mayor calidad.
No obstante, no significa que al pagar un precio más alto estemos adquiriendo miel 100% pura. Este endulzante natural tiende a ser opaca, o muy oscura.
La miel es muy útil para tratar enfermedades y antes de comprarla es importante reconocer su olor, suele tener el aroma de las flores de las que proviene, en cambio el producto adulterado no tiene ese olor característico.
Es importante comprar en lugares establecidos o directamente al apicultor.
Pruebas de reconocimiento
Una práctica segura para saber si estamos ante una miel pura es echar una cucharada en un recipiente con agua fría, si cae al fondo con consistencia estamos ante un producto 100% puro.
Por el contrario, si se disuelve rápido, de pureza no tiene nada y eso indica que estamos ante un producto adulterado.
Otra forma de saber o comprobar la pureza de la miel es colocando una gota sobre el dedo y si se mantiene ahí, el producto no ha sido adulterado. Pero si se escurre con facilidad, lo más seguro es que no sea puro.
Por último, se recomienda dar vuelta al frasco tapado de miel, y si la burbuja de aire sube lentamente al otro extremo sin duda el producto es puro hecho por las abejas.
https://es.aleteia.org/2019/06/13/es-la-miel-que-compramos-pura-y-buena-para-la-salud/
