La aethina tumida, conocido popularmente por los apicultores como el pequeño escarabajo de la colmena, es un parásito externo de las abejas, originario de las regiones tropicales y subtropicales del sur del Sáhara Africano, donde convive en armonía con las abejas Apis mellifera capensis y Apis mellifera scutellata.
En la actualidad, este pequeño escarabajo representa una amenaza para la comunidad apícola y las colmenas de abejas en Nicaragua.
Este insecto, de color marrón oscuro y de aproximadamente entre 5 a 7 mm de largo, daña a las colonias de abejas africanas al reducir los niveles de polen y miel almacenados en la colonia infestada. De igual forma, las larvas de la aethina tumida se nutren de miel, polen y huevos en los panales de las colmenas donde habita, comprometiendo la vida de las abejas y trayendo consigo estragos que ponen en riesgo la producción de la miel.
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El pequeño escarabajo de la colmena, al ser un insecto volador fuerte, accede con facilidad al interior de las colmenas a través de cualquier abertura que la colmena pueda presentar al momento de la plaga.
Isaac Paizano, apicultor de la Isla de Ometepe, explica que estos insectos llegaron al país en 2014. “Según datos del Instituto de Protección y Sanidad Agropecuaria (IPSA), está plaga tuvo su origen por el lado de Rivas, debido a la comercialización y exportación de frutas entre Costa Rica y Nicaragua. Se cree que este escarabajo se transportó por medio de la carretera panamericana, a través de furgones de comercio”, dijo Paizano.
En los inicios de esta plaga, allá por el 2014, Rivas, Cárdenas y San Juan del Sur fueron los municipios del departamento mayormente afectados.
Más tarde, en el departamento de Masaya y el municipio de Diría, ubicado en Granada, se detectaron varios apiarios afectados por la presencia del pequeño escarabajo de la colmena. Hoy en día, en Nicaragua, se ha reportado presencia del escarabajo en lugares como Boaco, Jinotega, Managua, Nueva Segovia, Rivas (foco de origen), Madriz, Chinandega y León.
“En nuestras colmenas se ha ido controlado la presencia del insecto. La batalla es fuerte, pero nosotros seguimos tomando medidas estrictas para el control del insecto, ejecutando las buenas prácticas apícolas recomendadas por el IPSA para la prevención y cuido de los apiarios”, afirmó el apicultor Paizano.
Ronald Duarte, experto en apicultura y propietario de La casa de la miel, recomienda tres prácticas para controlar la plaga: capturar con la mano o espátula todo escarabajo visible, aplicar 2 libras de cal al frente de la piquera y colocar trampas en el fondo de la colmena.
La prevención del pequeño escarabajo de la colmena se traduce como una forma responsable por parte de los apicultores para producir y proteger nuestras colmenas, minimizando los costos de tratamiento en caso de inafectación en las abejas, panales y colmenas.
Camila
30/09/2021 at 5:30 pm
Interesante labor de cuido con las colmenas nacionales!
Freddy
30/09/2021 at 11:48 pm
¡Vaya! No tenía ni idea de la existencia de este pequeño ser. ¡Buena nota!
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