Apicultores costarricenses preocupados por preservación y protección de las abejas.
La Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 20 de mayo como el “Día Mundial de las Abejas”. Con esta declaratoria trata de llamar la atención del público hacia la importancia de proteger y conservar las abejas y otros polinizadores.
Busca, además, recordar a la población la importancia de las abejas para la humanidad y recordar a los gobiernos del mundo que deben tomar medidas concretas para preservarlas y protegerlas.
El aporte de las abejas es fundamental para garantizar la seguridad alimentaria; pues no solo fomentan la vida vegetal, sino que actúan como centinelas frente a las amenazas ambientales emergentes, informando de la salud de los ecosistemas locales.
Enfrentamos una seria crisis de los polinizadores provocada por la disminución acelerada de la población de abejas y otros polinizadores -que en la década pasada estaba entre un 20% y 40%-, con consecuencias directas para la flora y la fauna. La causa principal de esta crisis son las enfermedades, los agrovenenos, el cambio climático y el uso de la tierra con la práctica de monocultivos.
Estamos al borde de una crisis alimentaria. Enfrentamos una lucha entre la producción masiva de alimentos modificados genéticamente y los que se producen de manera natural. Actualmente, la falta de polinizadores ha provocado que muchos alimentos no se produzcan con la frecuencia, cantidad y calidad que deberían.
Desde la organización Apicultores de Costa Rica, informamos que nuestro continente no está exento de esta delicada situación y cómo –si no actuamos ya- podríamos resentir la pérdida apresurada de polinizadores. Lo anterior, complicaría nuestra seguridad alimentaria, obligándonos a depender cada vez más de alimentos genéticamente modificados o producidos a miles de kilómetros de nuestros hogares.
Ante esta situación, es urgente la creación de políticas públicas que garanticen un ambiente sano y ecológicamente equilibrado para los polinizadores, la protección y preservación de especies vegetales típicas de cada país, que les brinden alimento y hábitat, que se consolide al sector apícola como un componente estratégico para la seguridad y soberanía alimentaria y la conservación de los ecosistemas.
Desde nuestra organización, nos hemos propuesto desarrollar acciones en favor de las abejas, para fomentar el interés científico, educativo, cultural e inspiracional a corto y largo plazo. También estamos formando una nueva generación de apicultores ecológicos; dotados de gran sensibilidad ambiental.
Como organización buscamos llenar el enorme vacío legal existente en Costa Rica y tratamos de que las abejas sean declaradas de interés nacional.
El pasado 14 de agosto presentamos, ante la Asamblea Legislativa, un Proyecto de Ley que declara de interés público y conveniencia nacional la protección y conservación de los polinizadores y reconoce la polinización como servicio ambiental en Costa Rica.
Esta iniciativa busca la integración de la sociedad civil y el gobierno costarricense en la conservación de las abejas. Establece como prioridad crear el ambiente propicio para el desarrollo poblacional de las abejas, logrando impactar positivamente el servicio ecosistémico de la polinización.
Proponemos nuevas reglas agrícolas que orientan la integración de los polinizadores en el proceso de cultivo y que los mismos sean protegidos del uso de pesticidas nocivos. Somos conscientes de que, aunque la miel se podrá importar, la polinización no.
El Proyecto de Ley busca beneficiar a los apicultores, meliponicultores y al país en general, Costa Rica representa un puente ecológico de gran biodiversidad. Constituye un área con enorme riqueza, siendo una de las regiones con mayor cantidad de insectos en el plano mundial, por lo cual puede ser reconocida como el parque de los insectos, por la gran variedad que resguarda.
Costa Rica cuenta con registros de al menos 800 especies de abejas nativas, de las cuales unas 57 son abejas sociales. Además, en el país existen unos mil 300 apicultores y unas 70 mil colonias de Apis Melífera ubicadas principalmente en las provincias de Guanacaste, Puntarenas, Alajuela y San José, que producen anualmente cerca de 700 toneladas de miel.
De igual forma, con la propuesta de Ley pretendemos que el desarrollo urbanístico y los nuevos usos de suelo garanticen la integración holística de las demandas sociales y las necesidades de las abejas.
Como parte de estos cambios, proponemos iniciar un proceso de reforestación rural y urbana con árboles y plantas que brinden alimento o nido a las abejas y otros polinizadores. También señalamos como esencial en esta propuesta de Ley, la integración concertada del Sector Educativo Nacional para su difusión pública. Las universidades deberán adecuar el currículo de las carreras de educación con el fin de educar y concientizar a docentes sobre la importancia de los polinizadores, poniendo énfasis en las abejas.
Finalmente, siendo que el pago por servicios ambientales encuentra respaldo internacional en instrumentos como:
- La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y Desarrollo (Cumbre de la Tierra),
- La Convención Marco de Cambio Climático, ratificada mediante Ley Nº 7414,
- El Convenio Regional sobre Cambios Climáticos, ratificado mediante Ley N° 7513,
- El Convenio sobre Diversidad Biológica, ratificado por Ley Nº 7416.
El Estado costarricense al ratificar estos convenios, se ha comprometido a fomentar la internalización de los costos ambientales y el uso de instrumentos económicos que puedan garantizar la protección del ambiente.
Por lo tanto, consideramos necesario, y así lo establece nuestro Proyecto de Ley, reformar el inciso K del artículo 3 de la Ley Forestal Número 7575 del 13 de febrero de 1996, para que se incluya dentro del Pago de Servicios Ambientales (PSA), la polinización de las plantas mediante abejas.
San José, 01 de octubre de 2018.
Elaborado por:
Juan Bautista Alvarado
Director
ONG: Apicultores de Costa Rica
Correo electrónico: asocapico@gmail.com
Teléfono: 506 7204 4429
WhatsApp: 506 8708 4017
