El invierno en Nicaragua ha comenzado esto significa que las gotas de lluvia opacan el inclemente sol, el país se luce con su reverdecer y las abejas productoras de miel descansan en su colmena.
Aníbal Méndez, ingeniero agrónomo y apicultor nos explica “Lo de la apicultura funciona así: las abejas salen todo el día a pecorear al campo, pero cuando está en llovedera ellas no salen; al no salir se comen la reserva de alimentos que tienen en su colmena, por eso lo ideal es que llueva uno o dos días y después sol para que salgan a pecorear nuevamente”.
Según el ingeniero Méndez, así como con toda producción agrícola, la fórmula de invierno y apicultura es simple: “un buen invierno implica que habrá floración en verano y las abejas podrán pecorear, pero si llueve en exceso afecta porque muchas plantaciones se pierden y si hay sequía no hay floración”.
Los pronósticos indican que el ciclo productivo 2016-2017 será exitoso gracias al buen invierno del año pasado y si las precipitaciones se mantiene de esta manera implicará que la producción para 2018 también será gratificante.